Nota:
El
presente artículo pertenece a la exposición presentada por el
Doctor
Aiban Wagua durante el Foro "Retos y Perspectivas de
la Cultura Kuna en el Marco de la Interculturalidad",
celebrado en la Universidad de Panamá en el mes de junio de
1999. Actividad organizada por el Instituto de Investigaciones
Koskun Kalu.
Por:
Dr. Aiban Wagua
El
tema no es tan simple. Comienzo diciendo que la práctica kuna
de intercul-turalidad data de miles de años: Paba ha creado
miles de pueblos distintos, con sus lenguas distintas, con sus
maneras distintas de comer.. nos dirán nuestros sailagan, y es
precisamente porque un sólo pueblo no es capaz de describir
toda la magnitud de Paba y de Nana.. eso, además de referirnos
a la horinzontalidad de relaciones humanas, indica la
convivencia y el mutuo enriquecimiento de las culturas. Por lo
tanto, nuestro pueblo ya ha vivido por largos siglos lo que
ahora se está conociendo como interculturalidad.
Antes
se habló de multicul-turalidad y se constató con eso el hecho
cuantitativo: que las culturas son diferentes y muchas, pero no
se pronunció sobre la relación entre ellas ni sobre la
producción de diferencias que las constituyen. Ahora hablamos
de pluriculturalidad y de su factor cons-tituitivo que es la
interculturalidad, y estos conceptos definen que la cultura sólo
puede ser pensada y vivida, conjungada o declinada, en plural y
por consiguiente sólo existe en cuanto relación cultural y de
reconocimiento de las otras culturas y a partir del cual se
identifican en cuanto diferentes.
Cultura
Kuna:
La
Cultura kuna es viva y por lo tanto totalmente dinámica y
cambiante. Muchas cosas que nuestros bisabuelos utilizaron hoy
nos parecen superadas, porque sabemos que si no nos cambiamos de
alguna manera, nos moriríamos ante tantos atropellos. Es una
obra humana, obra de hombres y mujeres que han estado unidos
desde un nexo inexplicable por muchos siglos. Como obra humana
tiene sus tremendos bajonazos y sus grandes triunfos y logros.
Pab
Igala:
Desde
que los ancianos y las ancianas de Abia Yala: Katia, Toba, Kuna,
Tolteca, Mixteca, Emberá, Aymara..balbucearon sus primeras
preguntas sobre la vida, y las respondieron desde sus
coherencias vitales y sus esquemas de valores, brotaron el Pab
Igala (Kuna), el Kintakanalakan (totonaca), el Tlanel Tokilis
(nahua)...que son las primeras sistematizaciones de reflexiones,
y las diversas maneras de vida del hombre, sus origen, su
proyección hacia el futuro en Abia Yala. Cada pueblo supo,
desde entonces, de qué se trataba, cómo se hacía, cómo se
debía tratar, qué lenguaje se debía utilizar para eso, cómo
se debía abordar, quiénes debían elaborarlo... Así, nuestro
Pab Igala empezó a consolidarse alrededor de Paba y Nana, desde
la complemen-tariedad y el proyecto cósmico de integración
total de fuerzas. El hombre y la mujer- dijeron nuestros abuelos
y abuelas kunas- se complementan, forman una sola fuerza. Las
dos fuerzas son tan necesarias que a falta de una se desintegraría
la otra. La Madre Tierra(Ologuadule) se integra con el Negaduu.
Ambos conforman el universo, no se funden, se complemen-tan.
Tienen que diferenciarse muy bien para que se integren de
verdad.
Para
clarificar los problemas vitales fue imprescindible para el kuna
una reflexión sobre la fuerza femenina (ome) a la par de la
masculina (machered). Todo partió de Paba y de Nana, y desde
ellos se emparejaron todos los compónentes del universo.
Paba
y Nana tienen atributos muy kunas, pasa lo mismo con Gnechen
para los mapuches, o con Kimpuxinakan para los totonacas, o
Ankoré para los Emberás, o Mayra para los guaranies, Hunab Ku
para los mayas, o Racha´anu para los mixtecos... Cada pueblo
experimenta su presencia y teje sus relaciones vitales con un
sabor muy especial y propio. Y precisamente ahí está la gran
riqueza de vida en Abia Yala. Los nombres que se dan a Ese Ser
Inexplicablemente Presente, son ya vida e historia auténtica de
nuestros pueblos.
El
Pab Igala kuna, o el Kintakanalakan totoneca, o el Tokilisis
nahua...son lámparas guías y sistemas metodoló-gicos de
resistencia y avance, y se constituyen en fuentes de identidad
de nuestros pueblos.
Desde
muchos siglos surgieron los sailagan(kunas), sukias(ngobes) y
jaiban(emberá), yatiri(quechua), akgchwinanin (totonaca), los
machis (mapuches).. y ellos, en gran parte hicieron posible la
continuidad de estas reflexiones vivas en torno a la fe en
Wiracocha, en Ankoré, en Ngobo, Schubé, Paba y Nana, Sibo...
Es
importante anotar de que los conceptos teológicos cristianos no
son parámetros universales para medir los procesos, las formas
de reflexión indígena. Muchas veces no sólo no los aclaran,
sino que los encubren y los rodean de ambiguedades. Ya el simple
paso de la "oralidad" de nuestras lenguas a la
escritura y más aún su traducción al español, nos trae
serios problemas. Por ejemplo, cuando el saila kuna canta de
Paba y Nana, de su olonega que nos influencia diariamente, los
kunas lo entendemos y lo captamos sin ambiguedad: la lógica es
kuna. Paba no puede sin Nana; y Nana al mismo nivel de Paba.
Todo se complementa.El hombre y la mujer integran y complementan
el cosmos, y "me hago hermano de la flor, del hierbajo, del
chupamiel, de la luna". Pero basta que Paba se me traduzca
"Dios" para que todo se derrumbe. Y para que Nana se
convierta en diosa, y empiece entonces el bailoteo "politeísta,
o monoteísta, o animista o panteísta".Hasta hay
estudiosos que han visto ahí un "principio
hermafrodita" (Holmer y Wassen investigadores del Museo
Etnográfico de Gotemburgo).
Y
es que los dioses, las diosas, los brujos, los hechiceros, los
curanderos, que con frecuencia se aplican a conceptos indígenas,
no tienen nada de indígenas, y nada tienen que ver con los
procesos de reflexión de nuestros pueblos. Son -en gran parte
-fantasmas que han venido con la sociedad occidental o con las
teologías cristianas y se han puesto a caminar por las calles
de nuestras comunidades. Y muchas veces, los indígenas les
hemos ido dando carne a esos fantasmas. El politeísmo, el
monoteísmo, el animismo, el panteísmo que se han aplicado a
las vivencias indígenas, son creaciones de las teologías
cristianas. Reflejan, no pocas veces, la incapacidad de llamar
por sus propios nombres; por lo tanto, las ansias enormes de
homologar las cosas, o el empecinamiento en querer pasar el
desarrollo y el giro de los pensamientos de nuestros pueblos a
conceptos cristianos u occidentales. Y lo que han logrado, de
hecho, es alejar las realidades indígenas de sus significados
primarios.
Veamos
un poco más lo que sucede con nosotros, los kunas: el saila
kuna cuando
canta el Pab Igala tiene una meta bien precisa de "tadgan
nagkannar taked: tibagan gi naguar tibe, tiorsailagan negka saar
tibe.." (custodiar las huellas de los abuelos para que estén
limpias, para que las arañas no pongan su tela, ni los
alacranes se aniden...) El Pab Igala o el Anmar tanikid igala
(El camino de Paba y Nana, o el camino por donde venimos) nos
ofrece a los kunas un espacio privilegiado para retomar y
esclarecer los distintos enfoques de nuestra identidad personal
y colectiva.
El
Pab Igala no toma el pasado como pasado - por lo tanto no ofrece
fechas- porque se trata de dar continuidad, movimiento y vida a
"las huellas de los abuelos" que después de muertos,
siguen integrados formando parte de la comunidad. Se trata de
ubicar los acontecimientos "pasados" en el contexto de
la actualidad, redescrubrir el sentido de los hechos para una
renovada identidad en el autodescubrimiento.
El
"Anmar danikid igar" se hace así, vivo y pujante,
rechaza la fría abstracción sobre las relaciones entre Paba y
Nana y los hombres. Es radicalmente vital actual y muy concreto.
No se trata sólo de explicitar o interpretar lo que ya está en
el depósito, porque la presencia de Paba y de Nana no se ha
parado, cada uno de los que conformamos su historia debemos ir
caminando, trazando y creando nuevas huellas, pero
comunitariamente. Paba y Nana aún continúan entre nosotros tan
vivos y tan creadores como entre nuestros abuelos. Por eso
cuando preguntamos a un saila kuna sobre la primera invasión
europea (parte de Pab Igala), nos invita indefectiblemente a
compartir el dolor de las atrocidades cometidas en el pasado,
pero con esa profundidad reciente y fresca que sólo puede dar
la sangre vertida hoy, porque los hechos en realidad no pasan...
Lo pasado se convierte así en fuente clarificadora de la
identidad kuna o alteridad kuna. Desde esta perspectiva, las
fechas matan, enfrían, o debilitan el calor vivo de los hechos.
Las fechas no son transferibles ni traducibles, no dicen nada
para la vida: "purba suli"(Los sailagan hablan de Pab
Igala como el arte de prepara una gran comida para la
comunidad".
El
arte de ofrecer la comida sabrosa a nuestro pueblo supone que
yo, como saila - decía el difunto saila Manuel Smith-. debo
saber sacrificar mi gusto por el picante, el argar debe saber
controlar su pasión por el limón y el suaribed por la sal.
Todos vamos a echar esas cosas pensando en el gusto, en la
enfermedad, en el estómago de la comunidad. Eso es también el
arte de conducir una comunidad".
El
pueblo kuna tiene su propia religión. Los kunas sabemos que
nuestra religión no es la cristiana, sino la de Ibeorgun.
La
religión de Ibeorgun está sostenida por una profunda
experiencia religiosa que marca tanto la lucha por las grandes
causas, como son la tierra, la autodeterminación y la cultura,
como todos los momentos de la vida diaria. El pueblo kuna es
consciente de la legitimidad y validez de su fe y de su religión.
El
pueblo kuna ha estado siempre abierto a través de su historia,
a las experiencias religiosas de otros pueblos que, sin duda, le
han cuestionado e influenciado, y la religión kuna de hoy, es
seguramente su hermoso resultado.
Por
lo dicho, cuando se quiere abordar el tema de la experiencia
espiritual de los pueblos indígenas, es muy importante tener
presente que se trata de una lógica, de una organización, de
unas estructuras que no tienen nada que ver con la manera de
hacer teologías de la llamada sociedad occidental. Para
profundizar el tema, se debe partir lo más cercanamente posible
de la percepción indígena de la fe, y no puede hacerse
mediante analogías o valorizaciones desde fuera, porque sería
caricaturizarlo. ®
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